Los vecinos de los barrios Los Ranqueles, El Porteño y La Liberata de la ciudad de Chascomús se levantan en estado de alerta. Se movilizan porque están en contra de las nuevas implicancias del proyecto que obsesiona al Intendente Javier Gastón de traer basura de distritos vecinos.

El nuevo conflicto es por el destino que se le quiere dar a la basura que se trate y procese de la que actualmente está en el basural a cielo abierto. En un primer momento la gestión Gastón amenazó con rellenar un hermoso humedal conocido como “la cava de atrás del castillo de la Amistad”. Como mucha gente se opuso, los funcionarios dijeron que no van a rellenar ese humedal, pero sí alguna de las otras 40 cavas que hay en Chascomús.

Ahora el viceministro de Ambiente de la Nación Sergio Federovisky le dijo al Departamento Ejecutivo de Chascomús que no comentan semejante ecocidio. Entonces Javier Gastón no tuvo mejor idea que enterrar basura en un predio donde se encuentra la antena repetidora de la TDA.

Así que en breve los chascomunenses vivirán para siempre en medio de malos olores, putrefacción y contaminación. No solamente desde el nuevo Polo emplazado donde está el actual basural a cielo abierto y donde se tratarán los desperdicios de varios distritos vecinos sino también en el nuevo predio que será rellenado con basura supuestamente procesada y que se encuentra relativamente cerca del Polo ambiental

Hay vecinos que tienen chacras y familias numerosas con viviendas que construyeron con esfuerzo y ahora les quieren llevar basura. Encima se les dice que los habitantes de barrios que están del otro lado de la ruta opuesto al sector céntrico de la ciudad “están acostumbrados a los olores, el humo y a ver pasar camiones con residuos” lo que los indigna aún más, y ya piensan en tomar medidas directas para que Javier Gastón los escuche y recapacite.